9.10.05

De vicios confesables (II)

Metformina hidrocloruro, sulfato ferroso, amoxicilina, paracetamol, cromo.... sigo embotellada e intentando recordar dosis añadidas a mi diabetes y mi anemia crónica. El sol en la calle es insultantemente brillante y yo siento escalofrios pese a no tener fiebre, y saldría a la calle a estrenar mis botas, pero las piernas no responden, el estómago se resiente, el ánimo falta y, parafraseando una canción, tengo mi dosis de autoestima por debajo de la de Frank Kafka. Y me ducho largamente como todos los sábados, mascarilla al pelo, gel exfoliante y guante de crin par mi cuerpo, hasta que se queda rosa y suave, y echo de menos esa bañera que mis padres quitaron por motivos prácticos, esos baños el domingo en verano, el agua casi fria, un libro, una botella de agua helada, una toalla empapada en agua caliente en los ojos a veces, subir las piernas y sumergir la cabeza , largamente, esa sensación de laxitud, el olor a hierbabuena del aceite de baño.. Banda sonora de esta nota: Fuimos lo que fuimos de Mal de amores

3 comentarios:

J-vol dijo...

Silviqui!!!Tienes que promocionarte más por la blogosfera...que sólo te visita el Eslovaco.
¡Que mundo tan extraño este!Con el tiempo que hace que no nos vemos y tenemos que encontrarnos por aquí...fijate tú.

Silviqui dijo...

Bueno majico, ya sabes, mi intimidad está a salvo aquí por que no me lee nadie jajaja, asi que dentro de nada me pongo a publicar relatos eróticos y todo.. Dicho sea de paso prefiero encontrarte por aquí que ir a verte al trabajo. Besotes, vecino de blog..iré a visitarte con frecuencia.

Anónimo dijo...

Parece que la gente mayor llegan a una edad en la que todos se ponen de acuerdo en quitar bañeras y poner platos de ducha y unas buenas asas para las manos en la pared.

Será por la psicosis de pegar un resbalón o algo así.

Ya he oido el comentario por casa.... habrá que irse pillando una piscina inchable para la salita....