31.10.05

No voy a ser menos.

No voy a ser menos y, para variar, voy a hablar del tema del día. O sea el nacimiento de otra infantita para alimentar. Cuestiones políticas y constitucionales aparte, hay un tema que empieza a preocuparme. Y es que han puesto a la niña Leonor, por una antigua reina de Navarra o algo así. Pues si la generación de mi hermana peque (unos veintidos) está lleno de Cristinas por culpa del culebrón Cristal ¿que no puede pasar si les da a las embarazadas de España por hacer lo mismo? Pues que de aquí a tres años tendremos en las guarderías nombres como Petronila, Germana, Violante, Berenguela, nombres de rancio abolengo medieval. De aquí a dieciocho años tendremos los juzgados saturados para cambiarse los nombres las niñas. Y de aquí a setenta tendremos a los padres de las susodichas abandonados con todo el rencor del mundo en asilos y gasolineras (todo depende del presupuesto de las niñas). Tenemos el deber moral de evitarlo a toda costa. Aunque ahora mismo es también preocupante la venganza de los Kevins, las Jessicas y las Vanessas. Yo por si acaso si algún dia tengo una niña ni se me pasará por la cabeza llamarla Urraca. Banda sonora de esta nota: Los periódicos de mañana de M-clan

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