24.12.05

Ya estamos en Nochebuena. Bueno, en la madrugada de la Nochebuena. Motivos religiosos aparte, estas fiestas pueden ser odiadas, denostadas o entrañables. No pegaré aquí el palo con el consumismo navideño, por que si hay una persona consumista ahora mismo aquí es la que ahora narra. Tanto, que hasta mi padre me ha recomendado ir a un psicólogo al respecto, pero no se cómo se podría nombrar al vicio compulsivo de comprar algo cada vez que entro a una tienda todo a cien. ¿Bazarchinofilia? ¿Pijoterismo económico? ¿O darme todos los caprichos caros del año en un mes que no me coincide con el seguro del coche? (Ese me coincide con la paga de junio) Tengo tantas compulsiones compradoras, pero las fuertes fuertes, las que necesitan tratamiento, creo que son básicamente dos: la bibliofilia aficionada compulsiva y la estilofilia, palabra que no sé si existe pero intenta significar la mania de comprar todo bolígrafo, rotulador, pluma y cualquier artículo de papeleria medianamente curioso o de color exótico.

Ya estoy dispersa. Para mí las fiestas de navidad son sencillamente estresantes. En serio. Por que la Navidad implica varias cosas:

_ Que llega fin de año. Esto lo que suele provocar es una crisis existencial medianita. Por que como me consideraré estudiante toda la vida, para mi el año nuevo empieza siempre el quince de septiembre, que es cuando tengo la crisis existencial grande. Pensar promesas más originales que las de dejar de fumar, ir al gimnasio tres veces por semana, limpiarme las gafas más de una vez al día, limpiar el coche más de una vez al mes, peregrinar a Montserrat sin tener que subir a cuatro patas las escaleras finales, no gastarme más de sesenta euros cada vez que entre en una libreria, ordenar mis facturas cuando lleguen a principio de mes y no cuando tenga cuatro nominas y sus correspondientes domiciliaciones en el primer cajón del escritorio, y así miles y miles. Casi ná el esfuerzo de pensarlas, imagina el hacerlas.

_ Que mi hermana peque vuelve siempre a casa por Navidad, como en el anuncio ñoño. Lo que implica que tengo que dejarle mi flamante cama de 1' 50 a ella y su novio, emigrar con todos los aparatejos a los que estoy enganchada, sea mi mp3, este cacharro portátil desde dónde escribo, mi consola de perrito y los tres libros que suelo estar siempre leyéndome a la vez (incluidos un lápiz y una regla para subrayar los ensayos y escribir notitas en los libros de poesía: llamadme asesina o dejada, pero es así). A esto añade que mi hermana ha venido con su hurón nuevo, un bichejo blanco supergracioso que tiene dos colmillos arriba y dos abajo que impresionan bastante y que tiene a la perra y al gato acojonado, y a la gata demasiado guerrera (estos siameses son genio y figura ).

_ Los regalos. Para esto si que hay tema. Por que como nunca me acuerdo de santos, cumples y aniversarios aprovecho estas fechas, que desde octubre son imposibles de olvidar, para reconciliarme con la familia de mi impresentabilidad. Eso si, piensen que con cinco personas que curran, que se compran lo que les da la gana, etc...es imposible pensar en regalos prácticos porque todo lo que se te pueda ocurrir lo tienen ya. Así que a pensar chorraditas que acabarán adornando en el mejor de los casos y piensa que vas a recibir exactamente lo mismo. ¡Qué tiempos aquellos en los que nos intercambiabamos pijamas, ropa interior y guantes y gorros! Tengo una añoranza...

_ Y lo más estresante; mi madre pensando en que hace para comer esta noche. Que si sopa de primero y luego zarzuela; pero que a ti hija mia no te gusta la carne...pues te hago pollo. Y yo pensando en que momento el pollo ha dejado de ser carne para mi madre y compañía, que yo odio el pollo y la única carne que como es jamón de Teruel. Solo de pensar en Navidad pienso ya automáticamente en comida ufffffff que ajjjj. A veces creo que mas de la mitad de los trastornos alimentarios de la población se originan en enero....

En fin..menos mal que son solo seis dias.... y que me toca trabajar y no estaré todo el dia en casa mirando con cara de hambre todas esas cosas hiperglucémicas que no puedo permitirme. Eso si, el próximo año en vez de Navidad en esta casa se van a celebrar el Santo Advenimiento de las Rebajas de Enero. Banda sonora de esta nota: Hoy a elegir entre Es Navidad de Rosana o Ya llegó la Navidad de Melendi.... según el estado de ánimo

3 comentarios:

Unknown dijo...

Feliz navidad!! lo de la tasación viene dado en gran medida por enlaces salientes.

Ponte un marcador de visitas y ya tendrás mucho ganado.

Estoy seguro que te llevaras una sorpresa si te lo pones.

Ante cualquier problema, ya sabes donde ando.

J-vol dijo...

¡Tia,, limpiate las gafas mas a menudo! Que asi verás llegar las cosas a tiempo,, como las navidades!!
Bones festes!!

El Selenita dijo...

Rosana??? Melendi???
Uf, menudo susto me has dado. Espero que no sean esas dos las únicas opciones musicales que existen. Que fue de aquellos viejos villancicos casposos, que con el segundo vino salian a todo trapo por nuestras gargantas, haciendo rimas graciosas y picantes??? O aquellas parodias de de martes y 13?? Bueno, si me das a elegir... prefiero a Sabina o al Lichis. Y por cierto... ya que es navidad, aprovechate de los regalos, los brindis a "tutiplen" (o como se escriba). Es bueno tener por lo que brindar.

Besos de mazapan.