31.1.08

MUJERES, BOLSOS (I)

Esta es mi mochila puesta boca abajo completamente ¿a que da miedo?
El otro día leí un artículo la mar de interesante en un diarío gratuito. No recuerdo si era de Ángela Becerra o de Cristina Fallaras, y mira que lo he estado buscando en la web del diario para poder reproducirlo aquí con todos mis respetos. Animaba a las mujeres a librarse de la esclavitud del bolso nada menos. Me hizo gracia y no pude por menos que darle la razón. Las mujeres llevamos en los bolsos cosas que consideramos imprescindibles para situaciones de emergencia. Y sospecho que yo debo ver esas situaciones por todas partes porque mis bolsos suelen ser enormes, cruzados siempre en bandolera y llevo infinitud de cosas. Digamos que el criterio de compra de mis bolsos es que quepa una carpeta. Residuos emocionales de mi época de estudiante.
En fin, que puestos a planteárselo ¿para que necesitas llevar la bolsa entera de maquillaje? Yo al menos no me maquillo, cuando lo hago es para salir a bailar, y en ese caso en los cuatro bolsillos de los vaqueros lo llevo todo. ¿Tampones compresas y otros objetos de periodicidad mensual? Vamos, que eso solo se usa una vez al mes, y en caso de emergencia, cuando esa emergencia se ha hecho presente siempre es demasiado tarde. Nada que no puedas solucionar entrando en una tienda 24 horas abierta. Toallitas de diversa índole, idem de idem. Bolígrafos, papel, tarjetas de fidelización varias, gomas para el pelo, cepillo, colonia, cepillo de dientes ¿Realmente hemos de salir de casa para llevarnos lo que tenemos en la baño con nosotras?...Si contamos que yo siempre tengo que salir con un libro encima, por si me toca esperar entretenerme en los bancos (de los de sentarse)
Así que ayer por la mañana salí de casa con un bolsito de punto y nada más. Y dadas las circunstancias lo único que usé fue el monedero y los kleenex. Ni siquiera el móvil. Hoy haré la prueba de meter en mis bolsillos esas tres cosas...monedero, móvil y llaves (si no me las olvido como es mi costumbre). A ver si no me siento un poco desnuda de no llevar el baño, la papeleria, el botiquín de urgencias y esa linterna que llevo en el bolso porque las dos veces que me han abierto el coche es lo único que se han llevado. Lo del libro...lo solucionaré como indicaba la articulista: bajo el brazo. Residuo emocional de mi época de estudiante. :-)
Banda sonora de esta nota: Slowly de Aute.

3 comentarios:

Jordicine dijo...

No sólo las mujeres. Yo siempre llevo una mochilita a la espalda. Siempre. Agenda, boli, lapiz, cartera, monedero, gafas de sol, pañuelos, chichles, teléfono, a veces un jersey... lleco de todo!!! Así que, si se trata de esclavitud, no es únicamente femenin. Un beso. Me gusta mucho tu blog. Me gustaría llevarlo en mi mochilita.

Silviqui dijo...

Uff Jordi, casi casi lo que llevo yo en las mías. Desde que hice un tramo del camino de Santiago me quedó un trauma con lo de llevar peso en la espalda jajaja. Mi blog puedes llevartelo dónde quieras, majico. Yo el mío físicamente si que lo llevo en la mochila porque aún tengo el vicio de escribir a mano. Toda una romántica anacrónica. Besotes!!!

Eva dijo...

Lo conseguiste? si es así dime el truco porque yo no soy nadie si no salgo de casa con mi bolsón de 4 kg.
No sé como te he descubierto pero me alegro de haberlo hecho.
Saludos!