18.9.06

El restaurant pijismais

Felicitadme si quereis. Supongo que, con sus achaques de edad, estar viva ya es para felicitar. Y yo, desde el viernes, llevo viva 35 años. El año que viene podré decir 18 por 2. Como regalo de cumpleaños este sábado pasado un amigo me invitó a cenar.

_ ¿Dónde vamos?

_ Yo te guío: es una sorpresa....

Odio las sorpresas. Lo que más odiaría sería una fiesta sorpresa. Vienes del trabajo, sucia, amargada y pensando que lo único que te ha faltado hoy ha sido ponerte a cuatro patas, y al abrir la puerta de casa te encuentras a ciento y la madre gritando y felicitandote. Como nunca he estado en el caso no sé cómo reaccionaria, la verdad. Para seguir con esta historia surrealista diré que me hizo aparcar delante de un hotel de cuatro estrellas....

_ Rey, si lo que querias era regalarme una noche loca podríamos haber ido al hostal _ le digo riéndome...

_ No seas burra.... voy a invitarte a cenar a un restaurant de cocina creativa...

Me miro: con mis tejanos con los bajos roidos, mis alpargatas de cuña de las rebajas (coronel tapioca pero alpargatas de esparto al fin y al cabo), mi camiseta negra del decathlon y mi bolso tejano en bandolera. Dos trenzas por peinado. Y pensé seriamente en matarlo....

_ No me van a dejar ni entrar a recepción.

_ Tranquila que está todo reservado.

Habla con recepción y pasamos a una sala minimalista, en colores claros, butacas con brazos para sentarse. Mentalmente me voy diciendo: recuerda todo lo que te explicaron en la boda de tu primo el aspirante a pijo, rápidamente. Nos sientan y mi amigo, ese que come las patatas fritas con las manos, atento me retira la silla como si estuviese cenando alli con amigas toda la vida de dios. Me pongo la servilleta en la pierna y la camarera, con su delantal y todo, nos trae la carta y la carta de vinos. En la carta tres primeros, tres segundos y tres postres. A mi que me registren, pero le digo que hay más variedad en el menú diario del bar de la esquina de mi calle. Pido una ensalada con puntas de esparragos trigueros. El rissotto de verduras con escamas de parmesano. Tardan mas de media hora en traérnoslo. Me miro mi ensalada con cara de susto...

_ Eis, ¿qué es esto rosa que pulula por aquï? Está bueno y todo...

_Remolacha, col lombarda..... yo que sé....

Nos mira la camarera con cara de resignación, como diciendo que cruz tener que aguantar a los gárrulos con dinero, mientras nos pregunta si queremos pan. Por supuesto que si... trae una bandeja con seis panecillos y pregunta si lo queremos de chapata, de cereales o de semillas de amapola. Elegimos y nos deja UN panecillo del tamaño de una mandarina en un plato con mantequilla y un cuchillo pequeño. Para mi el pan con mantequilla es para el desayuno. Pero el pan ese de amapolas estaba buenísimo. Como los noto un poco rancios con el pan pero la chica no parece dispuesta a volver a repetir. Vienen los segundos: he pedido un solomillo de ternera con cebolla caramelizada, cortezas de yuca y puré de manzana. La chica retira los platos y ¡oh maravilla! Aparece debajo de mi plato en el mantel un enorme rodal de vino....

Era para verle la cara a la camarera. De repente palideció, pidio disculpas entrecortadamente y nos dijo que si le haciamos el favor de cambiarnos de mesa. Le dijimos que no tenía importancia, de buen rollo, pero la chica insistió.... pero nosotros estábamos a gusto allí. De hecho me gusta sentarme en cualquier lugar en los rincones. En seguida nos trajo un plato con tostadas de salmón y alcaparras, nos puso dos trozos de pan más, nos sirvió ella misma el vino. Cuando me acabé mi hojaldre de canela y mi café, nos quiso invitar a orujo de hierbas. Declinamos invitación y entonces vimos salir a un tio joven de cocina que se acercó amablemente y nos preguntó si nos había gustado la cena. Miré a la camarera y comprendí: el chef hacía seguramente también de maître....

_ Todo perfecto_ dijimos los dos a coro.

Pagó él. Yo no sé cuanto costó la cena. Pero cuando salimos le dije:

_ Anda majo que otro día que quieras invitarme a cenar, me bastá con un pincho camionero en Rubí....

Banda sonora de esta nota : Sabor de amor de Danza Invisible.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidadessssssssssssssssssssss preciosaaaa.
Jue Silvi que mayor que eres ya jajajaja.
muakssssssssssssss
la kioskera

Silviqui dijo...

Yo seré muy mayor, señora kioskera, pero tu eres muy pero que muy joia jajaja

Anónimo dijo...

Me pillastes....... muy pero que muy joia y encima mas vieja jajajajaja
la kioskera

Unknown dijo...

Felicidades!!!1 cuando hagas lo del pincho, avisa.

JuanMa dijo...

Caí en tu blog de casualidad, pero está conseguido...
Aunque prefiero un chuletón, lo del rollo sofisticado está bien de vez en cuando. Sobre todo si no te lo tomas muy en serio (como parece que fue el caso).
Por cierto, ¡felicidades!