11.6.06

Dietas

Estar a regimen es antisocial.

Es una declaración altamente filosófica. Pero es cierta. Sólamente prueba a tomarte la verdura hervida mientras el resto de la familia se la ha salteado con jamón. Sólo con esa mínima diferencia ya acabas sintiendote como una excluida, una paria y una friki de las de televisión.
Todo comienza cuando sacas la ropa de veranito. Es cierto. Cuando empiezas a quitarte capas de tela. Y resulta que tu diámetro no es resultado de ese plumón guateado que compraste en ese gran almacén de ropa deportiva en el que va todo el mundo menos los deportistas. Que te surjen unas lorzas laterales que habías obviado durante algunos meses. Con el efecto invernadero cada vez menos meses, la verdad. Que estiras los brazos en cruz y pareces Batman antes de tirarse por el bloque de pisos para bajo. Que tu culo parece un flan y está tan alejado de las que bailan en los carnavales como Madrid de Lima
.
Vamos, que estás a años luz del canon occidental. Y lo estarás siempre porque cuando toda tu familia es como un armario ropero, las posibilidades de pertenecer a ese canon se dividen entre cien. Pero todo es intentarlo. Así que con toda la buena voluntad del mundo, te pones a regimen. Y cuando te pones a regimen intentas tener el mayor apoyo posible...así que vas insinuándole a tu madre y a tus hermanas que han cogido unos quilitos de más, que vaya michelín le sale con esa camiseta. Con mi padre y mi hermana peti no funciona la cosa. Mi padre mide 1'80 y nunca ha pasado de los 80 quilos. No le deja el cardiólogo. La peque hace muuuucho deporte; tanto que hasta le pagan por ello. Es de esos bichos raros que sale cada mañana a correr y encima te la encuentras estirada en un banco haciendo abdominales a la vista de todos mientras tu paseas a la perra por el poco trocito de campo al lado de una riera asquerosa y una autopista que nos ha dejado nuestro respetuoso ayuntamiento. Si no fuese mi hermana le daría una patada en el tobillo así como quien no quiere la cosa.

Con la dieta viene también la mayor de las voluntades de hacer deporte. Claro, de que te sirve perder quilos si luego tu cuerpo se queda como la gelatina royal. Así que comienzas a caminar por las tardes por el antes nombrado trocito de campo. Te adelanta un corredor seguido de un perro grandote al que parece que no le cuesta gran esfuerzo seguir a su amo. Aceleras el paso. Adelantas a cuatro señoras armadas de deportivos y pantalones piratas que comentan las historias de Ana Rosa. Hinchas pecho, te relajas y te sientes orgullosa. Hasta que las señoras te vuelven a adelantar. Paseas por el pueblo buscando el único quilómetro de carril bici. Sacas y desempolvas tu vetusta bici de montaña. Te pones los pantalones cortos y arreas. Y te cruzas con ciclistas vestidos de extraterrestres, con esa especie de zapatos que parecen los chapines de la edad media, vestidos de unos colores increibles y con casco y gafas. Que más que para correr en bici parecen preparados para una guerra química. Y tú con tu chaleco del coche, los leds comprados en el Lidl y la cestita con la botella de agua. Mira, una hippi trasnochada a comprar el pan, pensarán mientras me adelantan la cuesta arriba. Menos mal que aun me queda la piscina cubierta municipal. Por que nadar al menos no te provoca esos calambres en la entrepierna y ese dolor de la grupa inferior que es el resultado de estar dos horas en la bici sin tener práctica ninguna ni suspensión en el sillín ni esos pantalones acolchados que me dijeron dos días después que existían para estos menesteres. Que poco "moerna" que soy.

Pero bueno...estas miserias no son nada comparables a cuando estás tranquilamente en la panaderia del barrio tomando un café, leyendo el períodico gratuito de turno y viene una de las parroquianas ....
_ Anda, ¿estás más delgada o me lo parece a mi?

_ Te lo parecerá a tí porque yo delgada no he estado nunca.... o sea que no puedo estarlo más.

_ Pero un par de quilitos has perdido...

_ Si, me faltan quince más.

_ Anda, Rebeca, cobrame el café de la Hirvia (mi nombre dicho con acento andaluz) y ponle también un croissan que le invito yo....

Y te la quedas mirando con los ojos entrecerrados...pensando mentalmente para no pronunciarlo... "casho puta"....

_ Rebeca..pero de jamón y queso eh! Que estoy a regimen.

Banda sonora de esta nota: Pa' mi guerrera de Huecco.

8 comentarios:

Unknown dijo...

No tiene mucha vuelta, haz como tu hermana o te apuntas a un gimnasio y vas 5 días por semana, ahí se acaban los problemas. O eso o aceptas las cosas como son, que es lo que hago yo mientras me como una tortilla de patatas de cuatro huevos tocándome la barriga.

if dijo...

Déjate de dietas y de gimnasio.
Imagínate cuando alguien quiera usarte como almohada (mmm...) lo cómodo que va a estar. Te lo agradecerá (mmm...) eternamente.

Silviqui dijo...

Chiringui, ojala tuviese tiempo para apuntarme a un gimnasio y voluntad para ir cinco días. Lo segundo es lo más importante. If, buena sugerencia, aunque teniendo los airbags de serie que tengo yo... los michelines no serían necesarios.. sobre todo buen humor.

Anónimo dijo...

Yo creo que cuando llegas a cierta edad por mucho que hagas..... Entre que no hay tiempo y no hay ganas....

Si no fijate en todos los barrigones cerveceros que corren por la calle...¿acaso no estaban cachas a los 20 o 30?. ¿Acaso las marujas "made in spain" estaban tan gordas a los 20 o 30?

Pero ale, a la que te casas....

Moraleja: no te cases.

Yo creo que deberia perder unos kilitos, por cierto.

J-vol dijo...

El cruasán mejor sin gluten, por si acaso...no la vayamos a cagar. Cuando una esta de régimen cualquier precaución es poca...
¿Y el "fumeque", que?

if dijo...

¿Qué tal con el castpost? ¿te enteraste con mis pobres explicaciones?

Susana dijo...

jajaja secundo al chiringui jajja mientras no te sientas mal tu..o te dañe fisicamente...ole los bocatas de jamon jajaja besos su, ay me tirao una hora y no sale la verificacion de palabra...al tercer intento a ver si sale...joder que no aparece(esta el espacio en blanco) jajaa q estres...cuarto y ultimoooo

Lara dijo...

Jajaja... no sabes lo que me he reído con el post. Lo importante es estar bien con uno mismo aunque sobren unos kilos.
Besos.
P.d. muchas gracias por tu visita a mi blog.