22.3.06

Un ritual propio

Me meto en la cama. Abro las sábanas que he puesto limpias y aspiro profundamente el olor a detergente. Está helada. Me tapo hasta la cabeza, me acurruco en posición fetal y espero que mi propio aliento caliente ese espacio lentamente, que la tiritona desaparezca y que el vello erizado vuelva a su lugar. Siento el roce del nórdico. Y saco la cabeza, con la luz apagada, todo oscuridad. Me estiro todo lo que puedo en aspa, arqueando la espalda. Me pongo recta, las piernas juntas, apoyo mis manos planas en la pared y empujo. Siento un lígero dolor de arriba a abajo en la columna, incluso a veces un crujido muy bajito. Y el dolor desaparece como si algo se hubiese puesto otra vez en su sitio. Me posiciono lentamente boca abajo, abrazo la almohada, giro la cabeza hacia la ventana y cierro lentamente los ojos mientras me cuento mentalmente un cuento o me canto una canción y me dejo llevar. Por la calma y la suave tentación de la duermevela, mientras entro lentamente en el espacio del sueño y me voy durmiendo... durmiendo... durmiendo....
"Quizás mañana sea otro día /eso nos dicen desde hace tiempo..."

Banda sonora de esta nota: Canción de cuna 823 de El Ultimo de la Fila

5 comentarios:

Unknown dijo...

Yo caigo como si me hubieran pegado un tiro, es lo que tiene dormir seis horas al día

Silviqui dijo...

Pues yo tardo horrores...casi siempre me dan las nueve de la mañana leyendo en la cama...es lo que tiene salir de trabajar al borde de un ataque de nervios, como buena chica almodovariana que soy. Besotes.

Anónimo dijo...

Mmmmm yo tambien suelo dormir 6 horas y tras un dia de duro curro suelo acabar dormido enseguida... y me despierto al dia siguiente con las ganas de seguir durmiendo 6 horas más....

Lo malo son aquellas noches extrañas que vete a saber porqué motivo estas muerto de sueño pero no puedes dormir y te pasas la noche dando vueltas en la cama.

if dijo...

Llevo meses con insomnio. Incluso hice una entrada en mi blog sobre eso, como un exorcismo. Y funcionó. No es perfecto, pero duermo.

Y que bien sienta estirar la espalda...

Silviqui dijo...

If es que vivir con gatos te enseña muchas cosas...una de ellas es la de estirarse a gusto..