29.9.05

Cansada, tremendamente cansada. El jueves pesa ya como una losa en el trabajo, la falta de sueño, el mal humor acumulado por 32 horas de carreras, el despido de una compañera, los malos modos de los demás, los malos modos mios. Trabajar de noche implica además una curiosa sensación del tiempo: no sé nunca en qué día vivo, que fecha poner, hablo de ayer cuando ayer era antesdeayer. Bueno pues ayer por la tarde... esta vez lo digo correctamente, me dió un impulso consumista estilo sal a la calle cortate el pelo comprate algo bonito. Premios que se autoconcede una no sé bien bien por qué. Fuí a la peluquería y salí con un bonito peinado estilo Cleopatra y quince euros menos. Lo único bonito que encontré fue ropa interior, que en casi todas las encuestas los hombres la prefieren sexy y de blonda, pero a la hora de la verdad NUNCA se fijan en esas cosas excepto para comprobar su resistencia. Salí a la calle y, a causa de la ineludible ley de Murphy, empezó a llover. Y a causa de ..no sé, nunca puedo reprimir el impulso de cerrar el paraguas, pasar por medio de la calle, pisar los charcos.. así que mi bonito alisado de peluqueria quedó convertido en la versión capilar de una coliflor con rizos. Café y callejeo con Geni, como siempre unas risas, quedada para cuando cobremos, vuelta a casa y cenita antes de ir a trabajar. Una presencia inquietante en mi messenger. Una persona que dice sentir algo que no entiendo, que siente algo por una fingidora, pero esta fingidora se inquieta profundamente, le faltan palabras para esta persona, le sobran gestos y abrazos para esconderlo de él mismo. Mi particular ciclotimia esta vez puede hacer daño a alguien.... necesito pistas para remediarlo...menos la verdad me serviria todo. Banda sonora de esta nota: El sol no regresa de La Quinta Estación.

1 comentario:

Joseph Seewool dijo...

"El poeta es un fingidor,
finge tan completamente,
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente"

(Fernando Pessoa)