29.9.05

A veces me doy cuenta, acabo siendo consciente, de las numerosas rutinas que rodean mis actos. Por eso más que rutinas, casi acabaré hablando de rituales. Miro a mi alrededor y veo mi ropa colgada en la percha, los zapatos alineados, la botella de agua en la mesita de noche junto al móvil y el libro al que le haya tocado sufrir mi maltrato. Pienso en mis duchas más que diarias, en cómo me froto el cuerpo mientras el champú hace efecto, que siempre me pongo la hidratante empezando por la pierna izquierda....como dice la canción, pequeñas tretas para continuar en la brecha, para que el desorden de mi cabeza no colonize todo mi alrededor.
Dice el refrán que no es más limpia la que más limpia, si no la que menos ensucia. Está dicho todo. Debo ser un caso curioso de desordenada con manía de órdenarlo todo. Teniendo en cuenta de que a veces pienso en vender un guión de mi vida a Almodovar, pienso dejarme llevar por mis pequeños rituales de maniática tolerante. Ahora, como casi cada mañana, me voy a dormir. Banda sonora de esta nota; Insurrección de El Ultimo de la Fila.

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