15.12.07

¿PARECIDOS IRRAZONABLES?

http://www.myheritage.com/collage


Ais, pasa el tiempo y vamos repitiendo los mismos errores..en fin. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y además se hace amiga de ella. Os cuento: no del todo contenta con que hace un año esta página web me dijese que era el clon de Camilla Parker Bowles,vuelvo a entrar con ansias de venganza. Cuelgo una foto hecha en la penumbra con la web cam y, oh maravilla. Resulta que un año después me parezco razonablemente a Audrey Hepburn. Tendrías que haber visto a mi parejo cuando se lo dije. Se atragantó con la miga del croissant y no recuerdo haberle visto reir tanto desde que le dije que la ex miss España Maria José Suárez era familia de mi madre, y que una tía de mi abuelo era la madre de Rita Hayworth.

Un poco mosca con el ataque de risa imparable, vuelvo a colgar una foto mía sonriente y sin gafas. Ya es raro en mí pero bueno. Esta vez, y por segunda vez, me saca parecido a Lucy Lawless. ¿Y quien es este peazo de actriz internacionalmente conocida? Pues no se si os acordareis de una señora que los sábados por la mañana iba por una hipotética edad bárbara toda vestida de cuero en plan domina y dando espadazos a diestro y siniestro? Pues esa, Xena. Ahora por lo visto se dedica a cantar teñia de rubio (¿por qué parece ser que si no te tiñes de rubio no cantas? El otro día vi en la retransmisión de los premios de los 40 criminales a Nelly Furtado teñida de rubio y parecía una mosca echada en leche). En fin, que de razonables estos parecidos no me parecen nada. Pero para curiosidad, y para que veais una fotico mio lo más expresionista posible, ahí queda. Y para que os riais a gusto, eso si, sin atragantaros eh.

Banda sonora de esta nota: Paseo de Estopa

12.12.07

PRIORIDADES HOSPITALARIAS


Salgo de la ducha tranquilamente con mi albornoz. Como cuadra en la estación, me voy zumbando a mi armario. Abro un cajón y saco unas bragas. Es uno de esos culottes que tienen ya el elástico tan gastado, pero te mueres de cómoda. A esto pasa mi madre:


_ Jamía (notese que mi madre es andaluza) ¿pero cómo te puedes poner eso? tiralas ya de una vez, que mira que si tienes un accidente y te tienen que ingresar....


He estado a punto de contestar "ya estamos, ya estamos que si la Silvia es tonta", pero me he puesto a pensar la rara fijación que tienen las mamas de postguerra de caer en detalles tan curiosos como ir siempre con la ropa interior impecable en caso de ingreso hospitalario. Siempre me ha pasmado esa mentalidad.


Recibes como cada navidad el pijama típico con cuello abotonado hasta la nariz casi y pantalones larguísimos y te sueltan "guardatelo niña por si alguna vez lo necesitas en el hospital". O te ven estrenar calcetines o zapatillas y te dicen "pero guarda algo nuevo, que no sabes si lo podrás necesitar en una emergencia". Personalmente hace muchos años que siquiera guardo ropa para ocasiones especiales. Lo de la muda de los domingos, que era normalmente en verano el vestido que habias lucido el domingo de Ramos, lo abandoné completamente en cuanto salí de la EGB. Primero, porque desde entonces me he vestido siguiendo criterios de comodidad por un lado, segundo según se me amaneciese el día.


O sea, que según mi madre y algunas más, en el caso hipotético que tenga que venir la ambulancia a buscarte a algún lado, tienes que llevar los calcetines o las medias sin agujeros o carreras, el conjunto de ropa interior más sexy que tengas o, en su defecto, impecable de limpio. Supongo que en el caso de los hombres será llevar camiseta y slips abanderado de los de toda la vida, para no ir provocando a las o los ATS.


Sin que sirva de precedente, en los felices finales de los ochenta un amigo mío se metió una hostia en moto tremenda. Se rompió a la vez las dos piernas y un brazo. La ambulancia no tardó en llegar, lo inmovilizaron y procedieron a cortarle los tejanos para hacerle los primeros auxilios. En cuanto comenzaron los dos enfermeros se empezaron a descojonar de la risa. Porque mi amigo, para pasar menos frío en la moto, se habia puesto las mallas de flores de su hermana mayor debajo de los pantalones. Sólo imaginar el cuadro me hace pensar que quizás la teoria de mi madre tenga algo de base.


En fin, yo no soy madre de momento ni de proyecto ni de ná, pero creo que en el caso hipotético que una hija mía tenga un accidente y tenga que ingresar en un hospital, creo que lo último que me preocuparia seria el estado de su ropa interior. Lo dicho.
Banda sonora de esta nota: A tontas y a locas de Seguridad Social

11.12.07

COMO UNA LLUVIA DE VERANO.


La elegancia del erizo es el título de esta novela deliciosa, realmente bella, con un sentido del humor que te deja más inquieta que otra cosa. Una novela sobre la belleza, sobre lo que vale la pena y lo que no, sobre cultura, sobre inquietudes, sobre personas junto a las que pasamos cada día y a veces ni las tratamos como tal.
El planteamiento de esta joven autora es en sí original. Una portera de un inmueble habitado por personas bastante pudientes. Una portera que vive una impostura para responder al paradigma de lo que debe ser una portera. Estar al tanto de todo el que entra y sale, hacer cocidos cuyo aroma se extienda por todo el rellano, ver programas de cotilleos, limpiar diariamente. Pero ella, en su habitación interior a la porteria, mientras pone de fondo la tele, disfruta de sus lecturas, de sus incursiones a la biblioteca, de sus videos de ópera, y los absorbe con todo el placer de las experiencias culturales autodidactas. Siempre buscando sentir ese punto de belleza que el arte puede darnos a nosotros, unos simples primates con toda la herencia que ello comporta.
Por otro lado, Paloma. Una niña de doce años que vive en el mismo edificio, cuya extrema inteligencia que oculta deliberadamente le ha llevado al punto de no disfrutar con nada. Por esa razón ha decidido que cuando acabe el curso, se suicidará con una sobredosis de somniferos que le ha estado sustrayendo a su madre uno a uno durante mucho tiempo. Su visión tan lúcida y tan amarga de la vida, siempre intentando sacar algo nuevo que aplace su muerte, pero siempre desestimándolo.
Pero el punto de vista de ambas, una con su amor a la pequeña belleza, otra con su concienzudo análisis de momentos puntuales, va tejiendo un relato que engancha sin tener que recurrir a intrigas, sólo por puro goce de leer a estos dos personajes.
Y estas dos protagonistas, cara y cruz de una misma moneda como lo es la cara de Jano, se encuentran refugio la una en la otra, cómplices quizás de una misma búsqueda.
En fin, que si teneis oportunidad.....
Banda sonora de esta nota: Ogive Nº 1 de Eric Satie

10.12.07

Volver, volver, volver....


Volver de un viaje, ni que sea de tres días, siempre es una experiencia casi disociativa. La tensión de la ida, con la angustia de no dejarse nada, el miedo a la carretera desaparece por otro tipo de tensión que es la de volver a reordenar tu vida tras ese lapso, aunque sea mínimo. Llevar la ropa sucia a la lavadora, volver a colocar la ropa limpia, repartir las compras entre la familia, ordenar el montón de ropa que la lavadora asiló en tu partida. Tu cama, intacta estos días, se ha convertido en el refugio de los gatos que toman el sol tranquilamente en tu colcha. Colocas las zapatillas de estar por casa y casi te sientes como si colocases una bandera en la luna. Ya estoy aquí, piensas. Sacas el carrete gastado de la vieja cámara (si, aún uso cámara de carretes) y la guardas lejos de la calor, diciendo hasta la próxima a el carrete que se te ha quedado a medias. Hasta el ordenador parece haber cogido polvo. Y sacudo todo mi bolso sobre el escritorio, estriando de mis cosas papeles de barritas de cereales, cigarros rotos, la moleskine, esos bolígrafos de colores rarísimos que compré en aquel quiosco libreria y ese colgante con un reloj de sol que no pude probar porque, hasta ayer, no ví el sol en todos estos días de lluvia y viento.


Y entonces me pongo a pensar en todos esos apellidos catalanes que había en las lápidas del cementerio de Collioure. Aymerich, Ribes, Masnou.... Las fechas de su muerte, en el 39, en el 40 o en el 46.. pienso en todas las personas que murieron un poquito al cruzar la frontera y murieron quizás un poco empujados por la nostalgia, o los que volvieron a un país que no era siquiera lo que recordaban, para bien o para mal. Y aún se me escapa pensar que ese pequeño pueblo antaño de pescadores es un buen lugar para morir. El pintor Henry Matisse dijo que no había en Francia un cielo más azul que el de Collioure. Y recuerdo la tumba de Antonio Machado, poeta, donde reposan los restos también de su madre. Y esos versos de Soledades allí inscritos.


Y cuando llegue el día del último viaje,

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,

me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.



Volver. Ni aunque sea de tres días fuera. Si pienso en eso como una experiencia disociativa.... que pensar de todos los refugiados, de todos los tiempos, de todas las guerras, de todos los estados....


Banda sonora de esta nota: Cantares de Joan Manel Serrat